La Javierada es nuestra. Tuya y mía. De todos. ¿Están locas y pasadas de rosca esas gentes, de todas las edades y condiciones? Jóvenes y adolescentes, hombres y mujeres, desde los 12 hasta los 75 años. ¿Qué tiene la Javierada que tanto engancha a tantas personas? ¿Por qué el que prueba repite una y otra vez? No es fácil explicarlo. Hay que experimentarlo. Este año hemos participado por primera vez. Javierada es compartir el esfuerzo, la ilusión, el cansancio. También los bocadillos y los dulces, los frutos secos cargados de energía y el vino que alegra el corazón y corre de mano en mano. En las largas caminatas hay tiempo para todo: el silencio contemplativo de la naturaleza, los descansos para el refrigerio, los estiramientos, la música compartida, el apoyo mutuo, el ritmo que lo marca el más débil, la mano amiga del masajista que cura calambres… Un reto para quienes desean superarse, enfrentarse a las dificultades del camino y seguir. Días con sol radiante y otros con nubes amenazando lluvia y vientos fríos. Caminos placenteros unos y embarrados otros. Montes empinados y cómodos valles. Los pies calientes y la cabeza fría. Las piernas cansadas y el corazón bailando gozoso. La Javierada final son tres días. Allí espera San Francisco Javier, ese misionero que recorrió la India y la China predicando, bautizando y anunciando a Jesús. Y el domingo, día 6, Sacramento de la Reconciliación, Eucaristía al aire libre y, para quienes lo deseen, Vía Crucis desde Sangüesa. El lema para este año es el de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid, en el mes de agosto. Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe. Os invitamos a todos los alumnos y alumnas del colegio a partir de 1º de ESO. Una llamada particular e insistente a los chicos y chicas que se preparan para la Confirmación. Una magnífica ocasión de experimentar la amistad, el esfuerzo y la alegría de vivir. Cuento contigo, contamos con vosotros para el curso que viene.