Esta misma mañana, el fundador del afamamos "Asadores de Aranda" recibía la comunicación de concesión con estas merecidas palabras: "Para esta edición, la quinta, deseamos reconocerle a Vd., incansable hostelero y embajador de nuestra tierra dentro y fuera de España. A sus 84 años de edad prosigue con la ilusión y el humor del primer día acogiendo a todos sus clientes desde el mítico Hotel Julia y el Mesón El Roble.

Esta misma mañana, el fundador del afamamos “Asadores de Aranda” recibía la comunicación de concesión con estas merecidas palabras:

“Para esta edición, la quinta, deseamos reconocerle a Vd., incansable hostelero y embajador de nuestra tierra dentro y fuera de España. A sus 84 años de edad prosigue con la ilusión y el humor del primer día acogiendo a todos sus clientes desde el mítico Hotel Julia y el Mesón El Roble.

Con justicia se le conoce como “el embajador del lechazo de Aranda” al hacer presente cada día tan exquisito plato, junto con otros preciados frutos de su querida tierra arandina, a lo largo de su extensa red de restaurantes, aún en expansión. Un legado empresarial y cultural con garantía de continuidad gracias a sus cinco hijos, Javier, Martiniano, Begoña, Susana y Laura”

Nacido el 16/10/1933, en Santo Domingo de Silos, hijo de Gregorio y Josefa, viudo de Julia del Cura y padre de cinco hijos, mantiene el ingenio, el humor, el carácter visionario y emprendedor de los tiempos más jóvenes

D. Martiniano ha levantado un grupo empresarial formado por 22 establecimientos situados en diez localidades de España (Barcelona, Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia, Valladolid, Zaragoza, junto a las ribereñas Gumiel de Izán y Milagros, además de Aranda) dos hoteles y dos bodegas. Doce de estos establecimientos llevan el nombre de “Asador de Aranda”. Su éxito ha permitido a la familia Palomero del Cura regentar locales situados en edificios de gran valor patrimonial, como el Fra de Blan, de estilo modernista en la avenida Tibidabo de Barcelona.

Martiniano Palomero inició su andadura empresarial en una botería de Aranda allá por los años 50. Su mujer era la propietaria de una casa de comidas (Casa Antolina), lo que le permitió variar su trayectoria profesional y abrir una pensión en la calle San Antonio, de Aranda. A comienzos de los años 60 inauguró el Hotel Julia y poco después el Asador El Roble. El éxito de su propuesta culinaria le permitió abrir restaurantes en diversas capitales de España.

Martiniano Palomero representa, en definitiva, el quehacer de un hombre hecho a sí mismo que, ante momentos de crisis, supo ver otras oportunidades de negocio.
El éxito de esta expansión iniciada ya hace más de 30 años no ha cesado gracias al apoyo de sus cinco hijos que mantienen vivo el fervor del primer día. La noticia de que próximamente la bandera arandina será enarbolada en Arabia Saudí habla por sí mismo del excelente estado de salud de este grupo empresarial construido desde el esfuerzo y la dedicación de un ribereño trabajador y silencioso, pero muy orgulloso de su tierra. Un empresario con una vocación solidaria que, como la gente grande, sólo conocen quiénes le siguen más de cerca. El Señor siga bendiciendo a esta comarca con personas grandes en sus obras y sencillas en sus formas y trato. ¡Adelante!