Ayer se daba a conocer la cifra exacta que el Club Deportivo Areté de Natación ha donado a Haití para colaborar en paliar los efectos de la catástrofe que sufrió en Enero. Se preveía que el 24 horas de natación solidaria iba a ser un éxito de participación infantil y juvenil, pero en ningún momento se pensaba en llegar a la cantidad que se ha conseguido: más de 10.000 euros. El acto tuvo lugar en los salones de Caja de Burgos en la tarde de ayer Jueves, en el que los presentes pudieron ver un video con fotos del propio terremoto y de la prueba solidaria que se disputó en la Piscina Cubierta de la capital ribereña. El video duró alrededor de 15 minutos y los propios nadadores se mostraron muy ilusionados por ver a la cantidad de personas que habían podido ayudar. La Fundación Gabrielista E.P.R.O.S es una ONG muy joven que apenas cuenta con 5 años de existencia y que ya ha apoyado proyectos en países como Ruanda, Senegal, Burkina Faso, Guinea, Tanzania y la propia Haití en el continente africano, o también en la India y Perú, en el continente asiático y suramericano respectivamente. Alejandro Martínez, Superior Provincial de los Gabrielistas en España quiso agradecer al final del acto a los nadadores su aportación, ya que sin el granito de arena que cada uno aportó, todo esto hubiese sido imposible poder sacarlo adelante. Rodrigo Velasco, coordinador de la actividad, también quiso dar las gracias a todos los patrocinadores que colaboraron con esta prueba solidaria así como a los medios de comunicación que difundieron la noticia. El Hno. Alejandro Martínez afirmaba encontrarse muy sorprendido por la cantidad de dinero que habían conseguido recaudar: “Me encuentro muy, pero que muy sorprendido, porque desgraciadamente no es fácil llegar a los 10.000€. Nosotros hacemos campañas en los colegios y nos cuesta muchísimo llegar a los 3.000 o 4.000 euros.” Mirando al futuro y a próximas ediciones de estos actos solidarios que viene protagonizando el club ribereño, el presidente del mismo Jose Antonio Velasco confía en que la respuesta siga siendo la misma, aunque ojalá no vuelva a ocurrir nada como esto en el Tercer Mundo.