En medio de la tormenta comercial entre EEUU y China, que ha de tener consecuencias económicas inmediatas en la economía europea y mundial, las relaciones comerciales de San Gabriel y China continúan fortaleciéndose mes a mes. Un nuevo contenedor cargado con cerca de 10.000 botellas con vinos de "Alta Expresión" ha puesto dirección al continente asiático.

Las relaciones comerciales con China en los seis primeros meses del año han crecido al albur promocional de la Ruta de la Seda y las tensiones comerciales con EEUU. El dato no resulta novedoso. Los chinos miran Europa como referente comercial, no tanto para vender, sino para comprar sus afamados productos agroalimentarios. En este campo, España goza de prestigio y de ventaja competitiva. Una oportunidad histórica, que no va a ser perpetua, y que se ha de aprovechar de forma decidida por parte de los empresarios españoles y con un guiño de complicidad a los productos de Castilla y León adheridos a la marca Tierra de Sabor. Una marca simpática y apreciada por el público chino, gracias a los esfuerzos de quien fuera la responsable de Agricultura del gobierno regional, Milagros Marcos, en el último gobierno del Presidente Herrera

Será imposible interpretar correctamente ciertos cambios en el contexto socioeconómico internacional si no se mira sin prejuicios al poderoso gigante asiático. Ahí reside la clave de buena parte de cuanto acontece y, no menos importante, de nuestro futuro próximo.

Un país con 1400 millones de habitantes, que hace tiempo ya empezó a visionar el problema de la despoblación, según detalló Ding Dawei, CEO de la Radio China en España, en el marco de la séptima edición de Prensa y Poder 2019. Una potencia que ha dedicado más de diez años a dibujar por consenso el futuro de su país, encargado a los principales gurús económicos ¿se imaginan un trabajo similar en Europa o en España? El país ha pasado ya a representar el 16 por ciento del PIB mundial y, en cuestión de años, desplazará el epicentro económico desde EEUU a China. Es el país que abre una Universidad al mes y que está poniendo todos los medios para ser la primera potencia mundial. Dos ingredientes de libro para esta hoja de ruta: tecnología y comercio. No es de extrañar que algunos mandatarios internaciones estén nerviosos al ver cómo sus grandes potencias están descendiendo puestos en ambos campos.

Un país que brilla con luz propia, aún sus sombras, que siguen siendo muy importantes. Desde las reformas emprendidas por Deng Xiaoping, autor de la mítica frase “gato negro, gato blanco, lo mismo da si caza ratones”, el gigante no ha parado de crecer y de reivindicarse como líder del nuevo orden internacional.

Un país que mezcla diversidad de clases sociales pero dónde casi el 100% utilizan Wechat para pagar hasta las compras más básicas y también para comprar por internet y relacionarse. WhatsApp, Facebook, Twiter y nuestra diversidad de medios de pago, se funden en una sola aplicación, Wechat. Detrás de ella tampoco está una compañía bancaria. Huawei es el creador de esta red social que utilizan casi la totalidad de los chinos y cada vez más europeos. Se cuentan por billones los yuanes y euros, devaluados o no, que se transaccionan cada día. Este montaje de movimiento dinerario millonario, donde cada operación en divisas internacionales y segundos cuenta, permite sostener un sistema de pagos totalmente gratuito para el usuario y que causa estupor en la banca tradicional europea, pues mucho nos tememos que no existe plan b tampoco en este campo, tan tradicional como habituado a las comisiones. ¿Se imaginan a un restaurante pudiendo disponer de su dinero en tiempo real y sin comisiones? Esta realidad ya se vive en China. Alipay y Wechat muy pronto van a representar el nuevo paradigma de pagos en Europa desplazando al papel moneda y a los tradicionales datáfonos y tarjetas de crédito.

Como decía hace bien poco el Director del ABC, Bieito Rubido “habitan muchas Chinas en China, y no todas proyectan el rostro del éxito” “Su forma de agasajar al invitado es gastarse 30.000 euros en una botella con etiqueta gala, que en muchas ocasiones no hay quien se la beba. España arrastra aquí una asignatura pendiente, dentro de la enorme falla que supone ser el país europeo con menos sensibilidad e interés hacia ese coloso con tantas oportunidades para nosotros” Resulta innegable que China constituye una gran oportunidad comercial para Castilla y León y España.  Conviene darse una vuelta por la “China española de Fuenlabrada” para comprobar que la mayor parte de chinos que vinieron a España a ganarse la vida vendiendo productos low cost o de imitación han virado sus negocios para enriquecerse vendiendo productos españoles, a muy alto precio, a China y a medio mundo…. Emerge la China de la innovación y el comercio, dejando muy atrás a aquella China de la imitación. Y en ese nuevo paradigna Europa y EEUU permanecen despistadas, ocupadas en cuestiones que no son las cosas de comer.

Queda camino por hacer y no resulta fácil, pero con mucha paciencia y saber hacer se llega a la meta. Los inmediatismos no valen con los ricos chinos. Detrás de cada conversación, iniciativa o empresario chino que conocemos o sus promesas no hay siempre negocio seguro. Al final del camino, casi siempre se llega el éxito si logramos construir una relación de confianza mutua.

Bodega San Gabriel sigue recorriendo su camino, no exento de dificultad, pero a paso firme. El año pasado logró posicionar la interesante cifra 128 botellas de vino al día entre el público chino. Una cifra que será posible superar durante 2019.

Dejamos para otro día la otra derivada del vino, el turismo. España es la tercera potencia turística del mundo, pero apenas recibimos 100.000 turistas chinos, cuando cada año ponen rumbo al exterior 140 millones de chinos. ¿Alguien se ha preguntado por qué? Lo dejo para otro día. ¡Adelante!