En la tarde del domingo 13 de enero, las comunidades gabrielistas de La Aguilera y de la Ciudad del Bienestar, en Aranda de Duero, recibieron la visita de su Pastor y Obispo, Mons. Fidel Herráez Vegas, Arzobispo de Burgos.

El encuentro, enmarcado en el plan de visitas que el Sr. Arzobispo viene realizando a todas las comunidades religiosas de la diócesis, transcurrió en un ambiente relajado, de familia, en el que D. Fidel y los Hermanos hablamos, lógicamente, de temas relacionados con la Vida Consagrada, con la misión de los Hermanos de San Gabriel, con la educación y su contexto social y político, y con la vida y actualidad de la diócesis.

El intercambio de pareceres fue muy vivo e interesante. Coincidimos con nuestro Pastor en la preocupación por el futuro de la enseñanza religiosa y concertada a la vista de los vientos políticos que no cesan de zarandearla y que barruntamos soplarán con mayor intensidad en los próximos años.

Para quienes lo desconocen, me complace señalar que Mons. Fidel Herráez ha desempeñado, entre otras, las siguientes responsabilidades relacionadas con el mundo de la educación, al que ha dedicado treinta años de su vida: Profesor del Seminario de Madrid, Catedrático de la Facultad de Teología “San Dámaso” de Madrid, Delegado de Enseñanza de Madrid, Miembro Asesor de la Comisión Episcopal de Enseñanza, Presidente del Consejo diocesano de la Educación Católica, Representante de los Delegados diocesanos de Enseñanza en el Consejo General de la Enseñanza Católica, Presidente del Fórum Europeo para la Enseñanza Religiosa Escolar.

Se comprende por qué nuestro Sr. Arzobispo es un apasionado del mundo de la educación y que sus orientaciones y el aliento pastoral que ha dado a la obra y misión que los Hermanos de San Gabriel desarrollamos en el campo educativo sirvan para avivar el fuego de nuestro entusiasmo y para afianzarnos aún más en nuestra condición de consagrados y educadores de la infancia y de la juventud.

El encuentro con el Sr. Arzobispo concluyó con el rezo comunitario de la oración de Vísperas, en el que D. Fidel oró, no solamente por nosotros, los Hermanos de San Gabriel, sino también por todos nuestros colaboradores y por las familias que nos confían la educación de sus hijos. Y a todos extendió su bendición episcopal de guía y Pastor. Al tiempo que le ofrecemos nuestro cariño, apoyo y oración, le decimos: ¡GRACIAS, Sr. Arzobispo, por su visita y por lo que ella significa para nosotros! ¡Adelante, para que “siempre tengamos Vida”!